19 diciembre 2006

Capitulo 8 Swwezy

Capítulo 8. LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS.

Marx no perdió de vista el problema de las crisis. Habla de ello en El Capital y en Historia crítica de la teoría de la plusvalía, pero no hace un examen completo de la materia. Las crisis son fenómenos complicados y una gran variedad de fuerzas económicas les da forma en mayor o menor medida. Marx expresó: La crisis real puede explicarse sólo por el movimiento real de la producción capitalista.
La crisis como fenómeno complejo no podía ser plenamente analizada en los niveles de abstracción a que El Capital se reduce.
Los partidarios de Marx dedicaron gran atención a la teoría de las crisis.

1. La producción simple de mercancías y las crisis.

Un medio de circulación bien aceptado y más o menos estable es necesario en una sociedad que ha avanzado más allá de la etapa de trueque ocasional.
La forma de transición del trueque es M-M.
En la forma desarrollada de cambio se convierte en M-D-M.
La función del dinero es dividir el acto del cambio en dos partes que pueden estar separadas en el tiempo y en el espacio.
La introducción del dinero fue un gran paso adelante, ahorrando tiempo y posibilitando la especialización (base de la productividad incrementada).
No es generalmente admitido que la organización de la producción por medio del cambio privado posibilite una crisis. Inconcebible en una economía más simple, donde el trabajo esté organizado y los productos compartidos bajo la dirección de una sola autoridad.
Si el productor A vende y deja de comprar a B, este no puede comprar a C y este no puede comprar a D. Una interrupción en el proceso de la circulación condicionado por la separación de la compra y la venta, puede extenderse hasta afectar a toda la economía. Aparece la crisis, en la que coinciden mercancías invendibles y necesidades insatisfechas. El desastre económico era sinónimo de escasez insólita.
El atesoramiento, es una explicación concebible de crisis, como fin en sí mismo es más común en condiciones próximas a la producción simple de mercancías que en sociedades más avanzadas.
Excluidos los factores externos, como guerras y cosechas malogradas, las crisis son improbables bajo la producción simple de mercancías.
La circulación de M-D-M posibilita una crisis, pero significa producción para el consumo y puesto que el consumo es un proceso continuo, hay pocas razones para esperar que las posibilidades se conviertan en hechos.

2. La ley de Say.

Los economistas clásicos mostraron su incapacidad para distinguir entre producción simple de mercancías y producción capitalista.
Uno de los ejemplos lo ofrece la Ley de mercados de Say: a una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad; no puede interrumpirse la circulación M-D-M y no puede haber crisis ni sobreproducción.
La tesis correcta de que las crisis y la sobreproducción son improbables bajo la producción simple de mercancías, se convierte en la tesis falsa de que las crisis y la sobreproducción son imposibles en cualquier circunstancia. Así los economistas clásicos cerraron el camino a una teoría de la crisis.
Marx quería eliminar toda duda sobre la naturaleza de la posibilidad formal de las crisis y la sobreproducción y abrir el camino a un análisis de las causas de las crisis, en historia crítica de la teoría de la plusvalía.
Ricardo negaba la posibilidad de la sobreproducción: “Los productos se compran siempre con productos o servicios, el dinero es el medio por el que se efectúa el cambio.
Para Marx venta y compra están separadas en tiempo y espacio. El dinero divide el cambio en venta y compra. Si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis.

3. El capitalismo y las crisis.

La forma de circulación M-D-M de la producción simple se convierte bajo el capitalismo en D-M-D.
Desde el punto de vista de valor de uso la primera M no posee valor para su productor y la segunda M se desea porque su valor de uso es mayor.
El propósito de cambio es la adquisición de valor de uso y no el aumento de valor de cambio. La producción simple de mercancías es producción para el consumo, esto explica la improbabilidad de las crisis y de la sobreproducción.
D-M-D es diferente. Inicia su carrera con Dinero D, lanza este a cambio de fuerzas de trabajo y medios de producción C y reaparece en el mercado con mercancías que transforma de nuevo en dinero D.
D y D´ representan valor de cambio, ninguna posee valor de uso. El proceso carece de sentido a menos que haya diferencia cuantitativa entre D y D´ (a menos que D´- D = D sea positiva.). En lo que concierne al capitalista, la expansión del valor, base objetiva de la circulación D-M-D, se convierte en su propósito subjetivo, es un nuevo elemento que faltaba en la producción simple.
El capitalista devuelve su dinero a la circulación y cambia el proceso de circulación.
El capitalismo es producción para obtener ganancia, por eso es susceptible a las crisis y sobreproducción. Para la mayoría la circulación sigue tomando la forma M-D-M.
La diferencia de conducta y motivos entre capitalista y obrero proviene de la diferencia entre D-M-D y M-D-M.
La atención del capitalista se concentra en D. No por el volumen absoluto de D, sino por el volumen de D con relación a la magnitud de su capital original. El capitalista está interesado en elevar al máximo su tasa de la ganancia.
Cualquier interrupción en el proceso de la circulación, origina sobreproducción y se refleja en un descenso de la producción.
Mientras antes era difícil advertir lo que podría iniciar tal contradicción, ahora D es el talón de Aquiles del capitalismo.
Si D desaparece o se vuelve negativo los capitalistas retiran su capital, se reduce la circulación y comienza una crisis seguida de sobreproducción. Es un caso extremo, un fenómeno de depresión.
2º caso, el descenso en D en la tasa de ganancia, suponiendo que la tasa de ganancia permanezca siempre positiva. (Factor que da motivo a la producción no eliminado).
¿Hay razones para esperar que los capitalistas puedan reducir sus operaciones para provocar una crisis?.
Sí. No se trata sólo de remplazar la misma masa de objetos que componen el capital, sino reemplazar el valor del capital adelantado con la tasa usual de ganancia.
Cuando desciende la tasa de ganancia por debajo del nivel ordinario, comienza una reducción de las operaciones de los capitalistas.
Cada capitalista individual escoge entre devolver capital a la circulación o conservarlo en forma de dinero. A la larga reinvertirá su capital, pero no inmediatamente.
Si la tasa de ganancia desciende, los capitalistas retirarán su capital de esa industria para colocarlo en otra.
Si desciende más allá del nivel ordinario en todas o casi todas las industrias al mismo tiempo, nada puede ganarse. Pueden posponer la reinversión hasta que las condiciones sean favorables. Interrumpiendo el proceso de circulación y la sobreproducción.
La crisis y la depresión forman parte del mecanismo por el que la tasa de ganancias restituida completa o parcialmente a su nivel previo.
No es verdad que la tasa de ganancia deba desaparecer o volverse negativa para producir una crisis. Sólo se requiere un descenso en la tasa de ganancia.
Puede pensarse que los capitalistas ante una tasa de ganancia anormalmente baja, en vez de conservar su dinero aumentarían su consumo personal. Si así ocurriese cambiaría el carácter de la demanda, el total no sería afectado y no se interrumpiría la circulación, pero es erróneo pensar que el capitalista perderá su interés en la acumulación.
Conclusión: La forma específica de la crisis capitalista es una interrupción en la circulación provocado por un descenso en la tasa de ganancia más allá de su nivel ordinario.
Los teóricos modernos comienzan en un nivel de abstracción más bajo que Marx, dividen la clase capitalista en dos secciones, empresarios (organizan y dirigen los procesos de la producción) y poseedores de capital en dinero (prestan a interés los fondos que los empresarios necesitan).
Bajo estas suposiciones el empresario pensará que vale la pena invertir capital mientras la tasa de ganancia que percibe sea mayor que el interés que está obligado a pagar.
Antes que prestar su capital a los empresarios a tipos inferiores, los capitalistas prefieren conservarlo en forma de dinero.
Lo más importante es la creencia capitalista de que los tipos inferiores de interés no durarían y que es más prudente posponer las actividades de préstamo hasta que la demanda llegue a los actuales o más altos tipos.
La negativa de los capitalistas poseedores del dinero a prestar a los empresarios a tipos de interés inferiores es igual que la negativa de los capitalistas empresarios a invertir cuando la tasa de ganancia desciende más allá del nivel ordinario.
La formulación marxista enfatiza que este tipo de conducta proviene de las características más fundamentales de la producción capitalista y no de la forma particular en que oferta y empleo de los capitales están organizados.
La teoría moderna del ciclo económico seguirá sujeta a las crisis provocadas por las fluctuaciones en la tasa de la ganancia.

4. Los dos tipos de crisis.

La tendencia descendente de la tasa de ganancia fue deducida sobre la base de la suposición de que las condiciones de la ley del valor se satisfacían plenamente, se supuso que todas las mercancías se vendían en sus valores de equilibrio.
Si abandonamos esta suposición, aparece otra causa de descenso en la lucratividad. Los capitalistas pueden estar incapacitados para vender las mercancías en sus valores.
Si se produce demasiado el precio de mercado cae por debajo del valor y si ocurre en un número suficiente de industrias al mismo tiempo hay un descenso general en la tasa de ganancia, seguido de crisis.
Es importante advertir la diferencia entre crisis relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de ganancia y las crisis de realización.
En el primer caso tiene que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema de valor.
En el segundo caso tiene que ver con fuerzas no especificadas que tienden a crear un déficit general en la demanda efectiva de mercancías insuficiente para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria.
El punto de partida de la crisis en ambos casos es un descenso en la tasa de ganancia, pero lo que está detrás del descenso de la tasa de ganancia en un caso, requiere un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.

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